Porlo que toca a la cuarta consideración de las sagradas santas llagas, es de saber: que después que el verdadero amor de Cristo transformó perfectamente a San Francisco en imagen real del Crucificado, unido a Dios y habiendo cumplido la cuaresma de cuarenta días en honor de San Miguel Arcángel sobre el santo monte —151→ de Auvernia;
Murió desnudo, acostado en la tierra, cantando –escribe su primer biógrafo, Tomás de Celano–. Trajo al mundo una nueva primavera.” Lo dice sobre san Francisco de Asís: santo y poeta. Compartimos su
chego'. No se detuvo en el estudio de San Francisco de Asís. Sólo muy esporádicamente aparecen algunos ramalazos de luz a su res-pecto, como cuando el 8 de enero de 1906 escribe a su amigo Ernesto A. Guzmán: «San Francisco de Asís, o Buda sobre un costal a Ia luz de Ia luna, representan un grado de civilización mucho más alto
EmiliaPardo Bazán y San Francisco de Asís:un encuentro providencial para nuestra literatura. El encuentro de Emilia Pardo Bazán con San Francisco es uno de los más extraordinarios y provechosos de nuestra literatura contemporánea. La importancia del acercamiento no estriba en la intensidad del hecho mismo con ser éste importante, sino
Omnipotente altísimo, bondadoso Señor, tuyas son la alabanza, la gloria y el honor; tan sólo tú eres digno de toda bendición, y nunca es digno el hombre. de hacer de ti mención. Loado seas por toda criatura, mi Señor, y en especial loado por el hermano sol, que alumbra, y abre el día, y es bello en su esplendor,
Esraro escuchar el nombre de Santa Clara de Asís sin que, a su nombre, se asocie el de su conciudadano y gran amigo San Francisco.. Los dos jóvenes, de hecho, estaban unidos por una amistad tan tierna y profunda que se convirtió en una parte integral también de su camino de fe y su misión en esta tierra. Hablamos de este vínculo tan
SANFRANCISCO, EL CABALLERO DE ASÍS. Quien dejó sueños de grandeza para seguir al Señor y desposarse con la hermana pobreza. Quien vio a la creación como su hermana y nos enseñó a
Lainspiración de la fraternidad que Francisco constituye con aquellos que, muy pronto y con gran sorpresa suya, vienen a unírsele, es puramente evangélica. Francisco jamás quiso otra cosa que poner «simplemente sus pasos en las huellas de Cristo». Para seguir a Cristo, el Pobrecillo «dijo adiós al mundo» (Test 3) y a su sistema de
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poema de san francisco de asis